Yo encuentro en la luna, una aliada. Mi cómplice maldita que pasa las noches conmigo ideando una forma sutil de cambiarlo todo. La extraño durante el día y odio de una manera obsesiva al Sol que como único talento le encuentro su facilidad de crear sombras.
Mi sombra me acompaña cuando la luna me falta, me sigue y no deja que la soledad obtenga mi rendición. Mi cuaderno nunca descansa siempre esta creando una palabra distinta, una frase completa que es capaz de sorprender al mas osado.
Esta noche tendré mis ojos puestos en aquella que no me mira, aquella que ignora, no sabe de mis letras, ni de mis noches.
La luna alumbra su rostro, ella la siente y se entrega a sus rayos tibios. Ella no entendería, pero la luna es mi amiga y esta actuando a mi comando.
Logro verla tan bella, sus ojos cerrados y su piel envuelta en sombras. No escucha porque la luna entrega un silencio que es capaz de simular cualquier murmullo, cualquier paso, cualquier respiración acelerada.
Llevo mi cuaderno conmigo, esta sangrando. Va dejando un rastro de anhelos de luna, de visiones de ella bajo el reflejo de la noche, de su rostro y sus ojos que no me ven.
La luna la distrae bastante, la tiene en un trance sensorial. Ya estoy donde puede saber, donde puede verme, la muevo.
Ella grita, entiendo, pero la luna no, y se revela. La luna me reclama, ella quería que yo cambiara todo, que ella me viera y sintiera lo mismo, esta molesta. Yo no, pero es mi aliada, mi cómplice maldita. Tengo que hacerle caso.
Comienzo a sofocarla, no quiero dañar sus ojos, no dejan de verme, me conocen ahora, tengo que matarla despacio, la luna me esta vigilando.
martes, 4 de diciembre de 2007
jueves, 29 de noviembre de 2007
Caricias
- Ganas de morderte - le dijo al oído y ella bajó la mirada, sonrió, quiso hablar de otra cosa, tan cerca de él que más que verlo, lo sintió: su calor, la mezcla de olores que desprendían el cuerpo, el casimir, la loción de maderas; el brazo que le pasaba por la espalda. Intentó echarse hacia atrás para mirarle a los ojos, pero él se los cerró a besos y luego le rozó los labios y ella sintió que se ahogaba y que un fluido tibio la envolvía, que la piel comenzaba a arder, la sangre iba a brotarle por los poros mientras él le besaba las mejillas, las orejas, el mentón, la nariz, y ella gemía o ronroneaba bajito, se atragantaba, se humedecía, y él insistía con la barbilla alzándole la cara, besándole los párpados, los labios empurpurados, la nuca, los hombros, murmurando de nuevo "ganas de morderte", o tal vez sólo pensándolo, pero buscando la forma de ganarle el mentón con la nariz, de empujar hacia arriba mientras ella dejaba caer la cabeza como arrastrada por el peso de la cabellera, entreabría los dientes, asomaba la lengua, emitía un estertor de gozo, exponía el cuello firme y palpitante y él descendía suavemente, abría la boca, clavaba los largos colmillos, sentía escurrir la sangre, ausente del espejo, tembloroso de amor.
Felipe Garrido - La musa y el garabato
Felipe Garrido - La musa y el garabato
lunes, 12 de noviembre de 2007
Tengo
Tengo una sed de antes
una sed olvidada mas no saciada
que se acrecienta y me duele en cada músculo.
Tengo un sueño recurrente
una caída eterna y una herida sangrante.
Tengo guardado algo
que me mantiene en pie
me mantiene peleando.
Tengo un dolor constante
profundo e incurable
voraz.
Tengo todo lo que he querido
pero no es lo que esperaba.
Tengo un cuerpo que amo
pero no tengo su alma.
una sed olvidada mas no saciada
que se acrecienta y me duele en cada músculo.
Tengo un sueño recurrente
una caída eterna y una herida sangrante.
Tengo guardado algo
que me mantiene en pie
me mantiene peleando.
Tengo un dolor constante
profundo e incurable
voraz.
Tengo todo lo que he querido
pero no es lo que esperaba.
Tengo un cuerpo que amo
pero no tengo su alma.
martes, 16 de octubre de 2007
Malgré Tout (A Pesar de Todo)
A José Contreras
Malgré tout las horas que he pasado contigo
creando tantos recuerdos
siendo mi mano tu caricia, tus formas.
Malgré tout las cadenas te condenan
los grilletes te inmovilizan
prefieres tu suerte que estar conmigo.
Malgré tout tu castigo eterno
te tiene dormida, sumisa
prefieres morir contra la tierra que vivir en contra mía.
Malgré tout tienes en mi a tu amante
la voz que siempre estará contigo
no dejare de pensarte y añorarte.
Malgré tout has cambiado de hogar
y tu imagen borrosa queda en los jardines
el tiempo te ha hecho vulnerable
y el cobijo de otro techo has encontrado.
Malgré tout mi cuerpo te canta
con mi mano en el corazón
las heridas se conjugan
te recrean una y otra vez.
Malgré tout tengo que alejarme
tengo que decirte adiós desde un puerto extraño
te dejo a los demás, a los que no tienen voluntad
a los que no tienen a quien amar, a los faltos de esperanza
a los corruptos del poder
a los que prefieren el reloj que la belleza
te dejo a todos menos a mi que me dueles
tengo que abandonarte, dejarte a la soledad de otros ojos
si amor tengo que irme, a pesar de todo.
Malgré tout las horas que he pasado contigo
creando tantos recuerdos
siendo mi mano tu caricia, tus formas.
Malgré tout las cadenas te condenan
los grilletes te inmovilizan
prefieres tu suerte que estar conmigo.
Malgré tout tu castigo eterno
te tiene dormida, sumisa
prefieres morir contra la tierra que vivir en contra mía.
Malgré tout tienes en mi a tu amante
la voz que siempre estará contigo
no dejare de pensarte y añorarte.
Malgré tout has cambiado de hogar
y tu imagen borrosa queda en los jardines
el tiempo te ha hecho vulnerable
y el cobijo de otro techo has encontrado.
Malgré tout mi cuerpo te canta
con mi mano en el corazón
las heridas se conjugan
te recrean una y otra vez.
Malgré tout tengo que alejarme
tengo que decirte adiós desde un puerto extraño
te dejo a los demás, a los que no tienen voluntad
a los que no tienen a quien amar, a los faltos de esperanza
a los corruptos del poder
a los que prefieren el reloj que la belleza
te dejo a todos menos a mi que me dueles
tengo que abandonarte, dejarte a la soledad de otros ojos
si amor tengo que irme, a pesar de todo.
lunes, 15 de octubre de 2007
La Muerte se Aproxima
Sentado, exhausto busco en mis manos una respuesta
sangre seca que envuelve mi piel
el dolor intenso en todos mis huesos.
Mi cuerpo pide alivio y descanso
pero no tengo mucho tiempo
y el camino aún es largo, tengo que seguir.
Mis piernas poco responden
mis pies doloridos apenas soportan mi peso
a lo lejos veo a una mujer, ella me ayudara.
Ella es mi salvación tengo que acercarme
por fin estoy tras ella, la tomo de los hombros
descubro su cuello, su grito es ahogado en un mar de sangre
mi fuerza vuelve ¡estoy vivo!
sangre seca que envuelve mi piel
el dolor intenso en todos mis huesos.
Mi cuerpo pide alivio y descanso
pero no tengo mucho tiempo
y el camino aún es largo, tengo que seguir.
Mis piernas poco responden
mis pies doloridos apenas soportan mi peso
a lo lejos veo a una mujer, ella me ayudara.
Ella es mi salvación tengo que acercarme
por fin estoy tras ella, la tomo de los hombros
descubro su cuello, su grito es ahogado en un mar de sangre
mi fuerza vuelve ¡estoy vivo!
miércoles, 10 de octubre de 2007
Valor
Desde siempre, según dicen, los magok-da se alimentan sólo de carne de yak, leche de yak y papas fritas en grasa de yak. (Habitan las magras estepas de Daka, donde medran aún esos cuadrúpedos.) Esa dieta milenaria los ha convertido en un pueblo tan obeso que, por ejemplo, pocos pueden caminar, menos aún correr, y los jinetes más grandes entre ellos deben cabalgar sobre dos o hasta tres monturas al mismo tiempo. Pero no les impide satisfacer sus ánimos belicosos, como se verá en el siguiente fragmento del historiador Kschatt de Morrst:
La víspera de toda batalla, se escuchan en sus campamentos los sonidos de un trabajo febril. Al amanecer, las catapultas (varias veces más grandes que las catapultas comunes, con enormes cabrestantes de metal y canastas de siete pies de diámetro) están listas; recuas de yaks las llevan tan cerca como es posible de las posiciones enemigas.
Luego, mientras unos pocos jinetes atrevidos hacen una falsa carga, para provocar a los adversarios, surge el grueso del ejército magok-da: guerreros enormes y redondos, acorazados, provistos de crueles puñales, largos arcos o temibles alabardas. Suben, con algunas dificultades, a las catapultas; son disparados, uno por uno, por los operarios de esas máquinas, que apenas tienen tiempo luego para tensar las cuerdas, hacer girar los cabrestantes, acomodar al siguiente proyectil, apuntar y disparar de nuevo. Es extraño y no poco aterrador ver a los guerreros magok-da en pleno vuelo, a veces girando sobre sí mismos, lentamente, y otras con la mirada fija en los soldados enemigos sobre los que caerán; todo el que los ve grita si, además, escucha los cantos de sangre con los que se acompañan en su viaje por los aires. (Un solo guerrero, al dar contra el suelo, puede matar a varias decenas de guerreros hostiles. Si sobrevive a la caída y consigue moverse, puede dar cuenta de por lo menos otro centenar.)
Desde pequeños, los magok-da son habituados a volar: sus padres, en lugar de acunarlos entre sus brazos, los lanzan por los aires para arrullarlos.
Alberto Chimal (Gente del Mundo)
La víspera de toda batalla, se escuchan en sus campamentos los sonidos de un trabajo febril. Al amanecer, las catapultas (varias veces más grandes que las catapultas comunes, con enormes cabrestantes de metal y canastas de siete pies de diámetro) están listas; recuas de yaks las llevan tan cerca como es posible de las posiciones enemigas.
Luego, mientras unos pocos jinetes atrevidos hacen una falsa carga, para provocar a los adversarios, surge el grueso del ejército magok-da: guerreros enormes y redondos, acorazados, provistos de crueles puñales, largos arcos o temibles alabardas. Suben, con algunas dificultades, a las catapultas; son disparados, uno por uno, por los operarios de esas máquinas, que apenas tienen tiempo luego para tensar las cuerdas, hacer girar los cabrestantes, acomodar al siguiente proyectil, apuntar y disparar de nuevo. Es extraño y no poco aterrador ver a los guerreros magok-da en pleno vuelo, a veces girando sobre sí mismos, lentamente, y otras con la mirada fija en los soldados enemigos sobre los que caerán; todo el que los ve grita si, además, escucha los cantos de sangre con los que se acompañan en su viaje por los aires. (Un solo guerrero, al dar contra el suelo, puede matar a varias decenas de guerreros hostiles. Si sobrevive a la caída y consigue moverse, puede dar cuenta de por lo menos otro centenar.)
Desde pequeños, los magok-da son habituados a volar: sus padres, en lugar de acunarlos entre sus brazos, los lanzan por los aires para arrullarlos.
Alberto Chimal (Gente del Mundo)
domingo, 16 de septiembre de 2007
Elogio del Vampiro
III.
Puede llamarse viento o quemadura
porque es la más perfecta de las formas
y a lenta perfección mata despacio.
Ahuyenta la razón.
Conjura al corazón,
su vuelo en llamas,
sus pájaros a pique.
El ángel es vampiro.
Para abrirse camino rompe y rasga,
prende, se aviva, crece, inflama
como perro que rabia sus amores.
Te harás veinte preguntas
y al final hallaras una respuesta:
el agua que bebiste
es ese charco inmundo
que en nombre del Vampiro
creíste convertir en un oasis.
Vicente Quirarte (El Ángel es Vampiro)
Puede llamarse viento o quemadura
porque es la más perfecta de las formas
y a lenta perfección mata despacio.
Ahuyenta la razón.
Conjura al corazón,
su vuelo en llamas,
sus pájaros a pique.
El ángel es vampiro.
Para abrirse camino rompe y rasga,
prende, se aviva, crece, inflama
como perro que rabia sus amores.
Te harás veinte preguntas
y al final hallaras una respuesta:
el agua que bebiste
es ese charco inmundo
que en nombre del Vampiro
creíste convertir en un oasis.
Vicente Quirarte (El Ángel es Vampiro)
martes, 4 de septiembre de 2007
La Duda
La brisa en el rostro, el olor a arena mojada, mis pies descalzos golpeados por las olas. Es el paraíso.
Que momento tan solo, al pasar el tiempo se hace más evidente. Estoy solo.
No hay nadie en esta playa, ni un vestigio de civilización, ninguna voz, ni siquiera gaviotas volando.
Me alejo de la orilla, hacia los adentros del bosque que acompaña a la playa, y nada, no encuentro ni un camino, ni siquiera huellas.
No quiero caer en desesperación, pero esto es insostenible, busco tranquilizarme, es la única forma de encontrar una salida.
Regreso a la playa me recuesto, me sereno. Ya relajado en este edén, me comienzo a preguntar como es que llegue hasta aquí.
Que momento tan solo, al pasar el tiempo se hace más evidente. Estoy solo.
No hay nadie en esta playa, ni un vestigio de civilización, ninguna voz, ni siquiera gaviotas volando.
Me alejo de la orilla, hacia los adentros del bosque que acompaña a la playa, y nada, no encuentro ni un camino, ni siquiera huellas.
No quiero caer en desesperación, pero esto es insostenible, busco tranquilizarme, es la única forma de encontrar una salida.
Regreso a la playa me recuesto, me sereno. Ya relajado en este edén, me comienzo a preguntar como es que llegue hasta aquí.
viernes, 31 de agosto de 2007
El Contacto
Todos estaban callados en la mesa.
Los más jóvenes con la cabeza gacha, no intentaban levantar la mirada; los mayores con la mirada perdida, no intentaban nada.
De pronto, el hombre de la cabecera comenzó a hablar, pero en susurros casi indescifrables, se notaba su voz quebrada y solo la angustiosa imagen ayudaba a imaginar que estaba murmurando.
A su derecha, su mujer comenzó a llorar, despacio, en silencio casi hacia sus adentros, no podía contener sus lágrimas.
La mayor de los presentes, de cabello blanco y lacio, ojos oscuros y pequeños, sostenía en su mano derecha una foto de un niño sonriente que cargaba una pelota.
Al centro de la mesa, la pelota.
A la luz tenue de la velas, es difícil adivinar los rostros, los gestos.
El murmullo comenzó a armonizarce y parecía un canto repetitivo, la llama de las velas creció e inició una danza, la mesa temblando, nadie podía esconder su espanto.
Los ojos de la más anciana se volvieron blancos y grandes, el hombre de la cabecera empezó a gritar en una lengua extraña y su mujer rompió en llanto.
Súbitamente silencio.
Se escucho la risa de un niño y todos comenzaron a rezar.
Los más jóvenes con la cabeza gacha, no intentaban levantar la mirada; los mayores con la mirada perdida, no intentaban nada.
De pronto, el hombre de la cabecera comenzó a hablar, pero en susurros casi indescifrables, se notaba su voz quebrada y solo la angustiosa imagen ayudaba a imaginar que estaba murmurando.
A su derecha, su mujer comenzó a llorar, despacio, en silencio casi hacia sus adentros, no podía contener sus lágrimas.
La mayor de los presentes, de cabello blanco y lacio, ojos oscuros y pequeños, sostenía en su mano derecha una foto de un niño sonriente que cargaba una pelota.
Al centro de la mesa, la pelota.
A la luz tenue de la velas, es difícil adivinar los rostros, los gestos.
El murmullo comenzó a armonizarce y parecía un canto repetitivo, la llama de las velas creció e inició una danza, la mesa temblando, nadie podía esconder su espanto.
Los ojos de la más anciana se volvieron blancos y grandes, el hombre de la cabecera empezó a gritar en una lengua extraña y su mujer rompió en llanto.
Súbitamente silencio.
Se escucho la risa de un niño y todos comenzaron a rezar.
miércoles, 29 de agosto de 2007
La Partida
Una madre vio morir a su pequeño hijo en aquel temblor espantoso, el que destruyó la ciudad de Appa, pero no pudo resignarse a su muerte y rogó a los dioses que se lo devolvieran. Los dioses, compadecidos, no dejaron que el alma del pequeño entrase en el Otro Mundo y la devolvieron a su cuerpo. Pero ya saben cómo son los dioses: el cuerpo no dejó de estar muerto, no se aliviaron sus múltiples heridas, así que el corazón de la madre pasó de la dicha de tener a su hijo, de no haberlo perdido, al horror de ver sufrir a la pobre criatura, prisionera de su carne lastimada. Y luego vino el asco, sí, el asco, porque el niño comenzó a pudrirse, y los gusanos lo devoraban, y gritaba llamando a la muerte pero, como he dicho, ya estaba muerto. La madre, enloquecida, lo apuñaló una vez, dos, tres, muchas; luego lo apedreó, lo envenenó, lo estranguló... Pero el niño sólo gritaba, sólo sufría. Al fin ella lo tomó entre sus brazos, piel rasgada, huesos rotos, sangre negra, y lo arrojó a las llamas de una hoguera. Y el desdichado ardió, y fue humo y ceniza, y el viento lo dispersó y lo confundió con el aire, y entonces la madre se consoló bien o mal. Pero no debió hacerlo porque en esos restos impalpables estaba aún el alma doliente, y esa alma sigue hoy en el mundo, dispersa pero viva, como lo sabe todo aquel que respira, que abre la boca y siente de pronto la tristeza.
Alberto Chimal
Alberto Chimal
lunes, 20 de agosto de 2007
La Metamorfosis
De cara al viento, encuentro silencio
busco la confrontación
no encuentro enemigo a la altura.
Tengo la rabia estacionada
evolucionando, añejandose
volviéndose una obsesión.
Mi vida que se encoje y frena
todo tiene un sabor distinto, amargo
todo tiene un color obscuro, desahucio.
Siento mi piel romperse, dando lugar a otra
más dura, más resistente, poderosa
tengo un nuevo aliento, de dragón.
busco la confrontación
no encuentro enemigo a la altura.
Tengo la rabia estacionada
evolucionando, añejandose
volviéndose una obsesión.
Mi vida que se encoje y frena
todo tiene un sabor distinto, amargo
todo tiene un color obscuro, desahucio.
Siento mi piel romperse, dando lugar a otra
más dura, más resistente, poderosa
tengo un nuevo aliento, de dragón.
martes, 14 de agosto de 2007
El Robo
En tus ojos observo mi reflejo, comienzo a caminar hacia tus adentros, alma que era mía, ahora solo es un recuerdo.
miércoles, 8 de agosto de 2007
El Dinosaurio
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Augusto Monterroso
Yo que estoy en mi etapa de cuento corto, tengo que aprender del cuento mas corto de todos. Para eso, homenajeare a Monterroso con mi propia versión.
Cuando despertó, el dinosaurio solo quería volver a dormir.
Augusto Monterroso
Yo que estoy en mi etapa de cuento corto, tengo que aprender del cuento mas corto de todos. Para eso, homenajeare a Monterroso con mi propia versión.
Cuando despertó, el dinosaurio solo quería volver a dormir.
lunes, 6 de agosto de 2007
No Te Salves
No te quedes inmóvil al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca.
No te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer lo párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.
Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el jubilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca.
No te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer lo párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.
Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el jubilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti
viernes, 3 de agosto de 2007
lunes, 30 de julio de 2007
Todo Esconden Sus Ojos
Todo lo esconden sus ojos
tan inexpresivos
tan secos y vacíos.
No podrè decifrar
la virtud de sus palabras.
Todo esconden sus ojos
porque me dice que me ama
la miro
y no le creo nada.
tan inexpresivos
tan secos y vacíos.
No podrè decifrar
la virtud de sus palabras.
Todo esconden sus ojos
porque me dice que me ama
la miro
y no le creo nada.
martes, 24 de julio de 2007
Aditaím
Cuando el cielo se cierra es tiempo de correr.
En Aditaím no acostumbra llover, pero si las nubes oscuras y pesadas, no permiten ver el cielo, solo significa una cosa: ¡Desgracia!
Los cuerpos delgados y alargados como sombras comienzan a bajar, nunca tocan el suelo. Portan espadas enormes y filosas que brillan con un fulgor verdusco que vuelve más horrible la imagen. No hay luz que alumbre esa noche, no hay oración que salve, no hay refugio que esconda.
Los cuerpos tienen una lista inscrita en las hojas de cada espada, el filo tiene destino. Sin razón en particular atacan a mujeres, niños, ancianos, hombres honestos, escoria. Nadie sabe quien los envía, nadie sabe porque los escogen, nadie sabe porque el cuerpo desaparece.
Antes creían que era Dios, pero Dios no puede ser tan sanguinario, no puede castigar tan duro.
Se habla de una profecía, de un salvador, de un cuerpo que emerge del centro de la tierra y a los cuerpos delgados y largos enfrentará, con un hacha de fulgor rojizo, grande como un templo, pesada como el dolor de los que quedan. Que abrirá de nuevo el cielo y no lo dejara cerrar, dicen que vendrá pronto, que a todos vencerá.
Pero en Aditaím solo destellos verdes brillan, gritos ahogados por el filo, llanto, dolor, nada se logra ver pero lo saben. Al amanecer sabrán quien ya no esta, algunos seguirán rezando esperando al salvador, otros seguirán perdidos en su desesperanza.
Ha vuelto a salir el sol y en la plaza del centro yace un cuerpo largo, delgado, oscuro, no tiene facciones, no tiene ropa, la espada, a poca distancia de su mano, no tiene nada inscrito en la hoja, no tiene destino.
Fue el salvador algunos gritaban, ya no tendremos miedo, no saben si festejar, si también tienen luto.
Algunos curiosos se acercan, quieren tocar la figura, lo hacen, desaparecen. Más dolor. El cuerpo se levanta, toma la espada y vuelve al cielo, se pierde yendo hacia el sol.
En Aditaím siguen llorando, temiendo a que el cielo se vuelva a cerrar, algunos seguirán rezando. Pero por más fuerte que oren, no vendrá el salvador.
En Aditaím no acostumbra llover, pero si las nubes oscuras y pesadas, no permiten ver el cielo, solo significa una cosa: ¡Desgracia!
Los cuerpos delgados y alargados como sombras comienzan a bajar, nunca tocan el suelo. Portan espadas enormes y filosas que brillan con un fulgor verdusco que vuelve más horrible la imagen. No hay luz que alumbre esa noche, no hay oración que salve, no hay refugio que esconda.
Los cuerpos tienen una lista inscrita en las hojas de cada espada, el filo tiene destino. Sin razón en particular atacan a mujeres, niños, ancianos, hombres honestos, escoria. Nadie sabe quien los envía, nadie sabe porque los escogen, nadie sabe porque el cuerpo desaparece.
Antes creían que era Dios, pero Dios no puede ser tan sanguinario, no puede castigar tan duro.
Se habla de una profecía, de un salvador, de un cuerpo que emerge del centro de la tierra y a los cuerpos delgados y largos enfrentará, con un hacha de fulgor rojizo, grande como un templo, pesada como el dolor de los que quedan. Que abrirá de nuevo el cielo y no lo dejara cerrar, dicen que vendrá pronto, que a todos vencerá.
Pero en Aditaím solo destellos verdes brillan, gritos ahogados por el filo, llanto, dolor, nada se logra ver pero lo saben. Al amanecer sabrán quien ya no esta, algunos seguirán rezando esperando al salvador, otros seguirán perdidos en su desesperanza.
Ha vuelto a salir el sol y en la plaza del centro yace un cuerpo largo, delgado, oscuro, no tiene facciones, no tiene ropa, la espada, a poca distancia de su mano, no tiene nada inscrito en la hoja, no tiene destino.
Fue el salvador algunos gritaban, ya no tendremos miedo, no saben si festejar, si también tienen luto.
Algunos curiosos se acercan, quieren tocar la figura, lo hacen, desaparecen. Más dolor. El cuerpo se levanta, toma la espada y vuelve al cielo, se pierde yendo hacia el sol.
En Aditaím siguen llorando, temiendo a que el cielo se vuelva a cerrar, algunos seguirán rezando. Pero por más fuerte que oren, no vendrá el salvador.
lunes, 16 de julio de 2007
La Mirada
Ella me esta viendo, no sonríe, solo me mira. Intento regresarle un gesto agradable, pero ella esta absorta, no responde.
Lleva ya bastante tiempo sin quitarme los ojos de encima, ya me resulta incomodo, no se si verla de regreso, si ignorarla o irla a saludar.
Me dedico a estudiarla, tiene rasgos finos pero duros, el cabello suelto, despreocupado, no distingo el color de sus ojos, deben ser oscuros, viste una blusa azul discreta, su cuerpo echado hacia delante como sostenido por sus brazos.
Por un momento, creí que se había prendido de mi encanto, ahora creo que no esta muy cuerda. Si parpadea, pero no desvía la mirada.
He tomado una decisión, me acerco, la abordo.
-¡Buenas tardes!- Digo después de aclararme la garganta. No responde.
-¡Señorita! He notado que no cesa de mirarme. Quisiera preguntarle si hay una razón en particular para que me siga con sus ojos- Más silencio.
-Disculpe señorita, no quise importunarla, me retiro, ¡que tenga buen día!-
Y comencé a caminar en sentido contrario de donde se encontraba ella.
-¡Usted es mi padre!- La alcance a escuchar a lo lejos.
Y esos ojos en mi nuca, me comenzaron a doler profundamente, no quise voltear.
Lleva ya bastante tiempo sin quitarme los ojos de encima, ya me resulta incomodo, no se si verla de regreso, si ignorarla o irla a saludar.
Me dedico a estudiarla, tiene rasgos finos pero duros, el cabello suelto, despreocupado, no distingo el color de sus ojos, deben ser oscuros, viste una blusa azul discreta, su cuerpo echado hacia delante como sostenido por sus brazos.
Por un momento, creí que se había prendido de mi encanto, ahora creo que no esta muy cuerda. Si parpadea, pero no desvía la mirada.
He tomado una decisión, me acerco, la abordo.
-¡Buenas tardes!- Digo después de aclararme la garganta. No responde.
-¡Señorita! He notado que no cesa de mirarme. Quisiera preguntarle si hay una razón en particular para que me siga con sus ojos- Más silencio.
-Disculpe señorita, no quise importunarla, me retiro, ¡que tenga buen día!-
Y comencé a caminar en sentido contrario de donde se encontraba ella.
-¡Usted es mi padre!- La alcance a escuchar a lo lejos.
Y esos ojos en mi nuca, me comenzaron a doler profundamente, no quise voltear.
lunes, 9 de julio de 2007
La Voz del Pueblo
Cuando nadie lo esperaba decidió tomar la palabra. Apenas comenzó a hablar y todos pusieron atención, y cuando digo todos, me refiero a que no hubo persona en el pueblo que no lo escuchara. Desde el humilde jornalero, hasta el Presidente Municipal.
“Todos estamos hartos de lo que esta pasando y nadie hace nada. Si hoy estamos reunidos, vamos a aprovechar para tomar una decisión y actuar.
Hace tiempo que todos tenemos miedo, que ni siquiera nos atrevemos a hablarlo y no diré que yo no temo, no voy a ahondar en el tema, pero tiene que terminar.
Se que es una decisión difícil, a mi me afecta, como a todos los que estamos aquí.
Pero nada es más fuerte que la razón y extrañamos la paz y tranquilidad que aquí reinaba.
Somos un pueblo fuerte y con gran futuro, pero así no podemos avanzar.
Es una realidad esta amenaza; yo propongo acabarlos ahora ¿Quién esta conmigo?”
Todos contestaron a una voz extasiados.
Los niños comenzaron a correr, cada uno fue alcanzado por su padre.
La sangre corrió por todo el pueblo, todos los niños fueron degollados y esa fue la única vez que se hablo del tema.
“Todos estamos hartos de lo que esta pasando y nadie hace nada. Si hoy estamos reunidos, vamos a aprovechar para tomar una decisión y actuar.
Hace tiempo que todos tenemos miedo, que ni siquiera nos atrevemos a hablarlo y no diré que yo no temo, no voy a ahondar en el tema, pero tiene que terminar.
Se que es una decisión difícil, a mi me afecta, como a todos los que estamos aquí.
Pero nada es más fuerte que la razón y extrañamos la paz y tranquilidad que aquí reinaba.
Somos un pueblo fuerte y con gran futuro, pero así no podemos avanzar.
Es una realidad esta amenaza; yo propongo acabarlos ahora ¿Quién esta conmigo?”
Todos contestaron a una voz extasiados.
Los niños comenzaron a correr, cada uno fue alcanzado por su padre.
La sangre corrió por todo el pueblo, todos los niños fueron degollados y esa fue la única vez que se hablo del tema.
viernes, 29 de junio de 2007
El Bosque
No había entendido que no se alejara del campamento, que siempre estuviera la vista de todos y que avisara si iba a ir al baño. No había entendido porque no le hablaron de frente y eso no le permitió leer los labios de su hermana o los de su esposo.
Lo costoso de sus aparatos, no significaba ninguna ventaja, todo lo contrario, pues todos creían que él podía escuchar.
Pasado el mediodía, Fabián estaba desesperado, los niños jugaban a su alrededor y él sentía que se burlaban mas de lo que disfrutaban de su compañía. Decidió alejarse.
No tardo mucho en desorientarse, había perdido de vista el campamento y las copas de los árboles no permitían entrar a los rayos de Sol. Sintió frío.
Tal vez su condición ayudo a que no sintiera miedo, no escuchaba el crujir de las ramas, ni los murmullos. Intentaba salir, pero solo lograba adentrarse más en el bosque, siguió caminando hasta que encontró un claro, no tenia nada de particular, ni de hermoso, pero se sintió aliviado, creía que estaba cerca.
Quiso gritar, pero el sonido fue ahogado desde adentro, ahora si sintió miedo, y fue en ese instante que todo cambio.
Nunca escuchó las palabras tan claras, hasta le pareció extraño, pues él las había captado, hasta ese momento, de manera distinta.
- De donde vienes, ¡no volverás!- dijo una voz profunda, con una autoridad que no conocía.
Lejos de espantarlo, se sintió feliz, sus días de silencio se habían terminado.
- Los días que viviste, ¡no vivirás jamás! – interrumpió el momento, la voz.
Comenzó a buscarla en derredor, y no encontró mas que a los árboles tan juntos que no encontró resquicio por donde pasó para llegar hasta ahí.
- De lo que conociste, ¡no conocerás más! – volvió la voz y el sintió un temblor que apenas lo sacudió.
Los árboles más se juntaban y más se acercaban a él.
- En aquello que creíste, ¡no creerás más! – continuo la voz afirmando y Fabián quiso contestar, pero no pudo, no lograba articular palabra.
- Fabián ¿Dónde estas? – logro distinguir la voz de su hermana detrás de los árboles.
Logro ubicar la voz y corrió por entre los árboles, pudo pasar y encontró a su hermana llorosa pero contenta de haberlo encontrado.
El quería platicarle, no le fue posible, en cambio recibió un regaño. Fabián quería decirle que escuchaba que lo entendía todo, que no necesitaba leer más los labios, que ya no necesitaba los aparatos, que el silencio se fue de sus oídos.
Pero el silencio no se fue de él.
Lo costoso de sus aparatos, no significaba ninguna ventaja, todo lo contrario, pues todos creían que él podía escuchar.
Pasado el mediodía, Fabián estaba desesperado, los niños jugaban a su alrededor y él sentía que se burlaban mas de lo que disfrutaban de su compañía. Decidió alejarse.
No tardo mucho en desorientarse, había perdido de vista el campamento y las copas de los árboles no permitían entrar a los rayos de Sol. Sintió frío.
Tal vez su condición ayudo a que no sintiera miedo, no escuchaba el crujir de las ramas, ni los murmullos. Intentaba salir, pero solo lograba adentrarse más en el bosque, siguió caminando hasta que encontró un claro, no tenia nada de particular, ni de hermoso, pero se sintió aliviado, creía que estaba cerca.
Quiso gritar, pero el sonido fue ahogado desde adentro, ahora si sintió miedo, y fue en ese instante que todo cambio.
Nunca escuchó las palabras tan claras, hasta le pareció extraño, pues él las había captado, hasta ese momento, de manera distinta.
- De donde vienes, ¡no volverás!- dijo una voz profunda, con una autoridad que no conocía.
Lejos de espantarlo, se sintió feliz, sus días de silencio se habían terminado.
- Los días que viviste, ¡no vivirás jamás! – interrumpió el momento, la voz.
Comenzó a buscarla en derredor, y no encontró mas que a los árboles tan juntos que no encontró resquicio por donde pasó para llegar hasta ahí.
- De lo que conociste, ¡no conocerás más! – volvió la voz y el sintió un temblor que apenas lo sacudió.
Los árboles más se juntaban y más se acercaban a él.
- En aquello que creíste, ¡no creerás más! – continuo la voz afirmando y Fabián quiso contestar, pero no pudo, no lograba articular palabra.
- Fabián ¿Dónde estas? – logro distinguir la voz de su hermana detrás de los árboles.
Logro ubicar la voz y corrió por entre los árboles, pudo pasar y encontró a su hermana llorosa pero contenta de haberlo encontrado.
El quería platicarle, no le fue posible, en cambio recibió un regaño. Fabián quería decirle que escuchaba que lo entendía todo, que no necesitaba leer más los labios, que ya no necesitaba los aparatos, que el silencio se fue de sus oídos.
Pero el silencio no se fue de él.
miércoles, 27 de junio de 2007
Meme: 8 Cosas De Uno Mismo…
Ahora dedicare este post a exponerme y hablarles un poco más de mi, cosa que no acostumbro. Este meme que me cedió Mr. Ego, me parece un ejercicio interesante pues me analizo para escribir lo mas cierto de mi, espero no defraudarme.
A) Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.
B) Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.
C) Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres y sus blogs. (Fallare en este ultimo, ya que a quienes puedo invitar ya lo han hecho)
D) Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario: que han sido seleccionados para este juego.
Comencemos:
1. Aunque en mi blog parezca serio, soy todo lo contrario, Don Galleto no me dejara mentir, me gusta molestar y mucho, me gusta la carrilla y el albureo.
2. Mi deporte favorito para jugar es el golf, juego desde los 7 años, pero no me gusta practicar y por eso, aunque tengo talento, no doy el estirón, me gusta jugar apostando eso le da sabor.
3. Mi deporte favorito para ver es el fútbol, mi equipo favorito es el Real Madrid, no por ser los mas grandes, si no que me toco la suerte de conocer al equipo en 1990 (tenia 10 años)en Monterrey, nos hospedamos en el mismo hotel unos jugadores en el mismo piso que yo y los demás en el de arriba, conviví mucho con ellos y me regalaron una bandera autografiada por todos, citare algunos: Hugo Sánchez, Butrageño, Gordillo, Michel, Sanchiz, Chendo, Buyo, Schuster(con él fue con quien mas platique) .
4. Soy fan de Héroes del Silencio de hueso colorado e iré a verlos al foro sol el 4 y el 6 de octubre, el 2 no por que ya seria volarme toda la semana laboral.
5. También soy fan de Bunbury en su etapa solista y de Andrés Calamaro.
6. Trabajo en el Gobierno del Estado, soy Visitador de Notarias.
7. Mi escritor favorito es Mario Benedetti, o tal vez el que más me conmueve, también me gusta mucho Saramago, Alberto Chimal, Vicente Quirarte y muchos otro(a)s más.
8. Me gusta la política y mi ideología es de centro derecha, y me sorprende por que mi intención era ser centro, pero no me puedo engañar, y lo mas extraño es que me gusta mucho Benedetti y el es izquierda radical, pero así soy de contradictorio.
Paso este meme a Julia Garza, Diesdre y a Don Galleto lo invito a que comparta el ritual que realiza antes de ponerse la playera del América antes de un partido de las águilas.
A) Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.
B) Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.
C) Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres y sus blogs. (Fallare en este ultimo, ya que a quienes puedo invitar ya lo han hecho)
D) Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario: que han sido seleccionados para este juego.
Comencemos:
1. Aunque en mi blog parezca serio, soy todo lo contrario, Don Galleto no me dejara mentir, me gusta molestar y mucho, me gusta la carrilla y el albureo.
2. Mi deporte favorito para jugar es el golf, juego desde los 7 años, pero no me gusta practicar y por eso, aunque tengo talento, no doy el estirón, me gusta jugar apostando eso le da sabor.
3. Mi deporte favorito para ver es el fútbol, mi equipo favorito es el Real Madrid, no por ser los mas grandes, si no que me toco la suerte de conocer al equipo en 1990 (tenia 10 años)en Monterrey, nos hospedamos en el mismo hotel unos jugadores en el mismo piso que yo y los demás en el de arriba, conviví mucho con ellos y me regalaron una bandera autografiada por todos, citare algunos: Hugo Sánchez, Butrageño, Gordillo, Michel, Sanchiz, Chendo, Buyo, Schuster(con él fue con quien mas platique) .
4. Soy fan de Héroes del Silencio de hueso colorado e iré a verlos al foro sol el 4 y el 6 de octubre, el 2 no por que ya seria volarme toda la semana laboral.
5. También soy fan de Bunbury en su etapa solista y de Andrés Calamaro.
6. Trabajo en el Gobierno del Estado, soy Visitador de Notarias.
7. Mi escritor favorito es Mario Benedetti, o tal vez el que más me conmueve, también me gusta mucho Saramago, Alberto Chimal, Vicente Quirarte y muchos otro(a)s más.
8. Me gusta la política y mi ideología es de centro derecha, y me sorprende por que mi intención era ser centro, pero no me puedo engañar, y lo mas extraño es que me gusta mucho Benedetti y el es izquierda radical, pero así soy de contradictorio.
Paso este meme a Julia Garza, Diesdre y a Don Galleto lo invito a que comparta el ritual que realiza antes de ponerse la playera del América antes de un partido de las águilas.
domingo, 24 de junio de 2007
Gracias Una y Otra Vez
Estoy conmovido.
Pero sobretodo agradecido.
Lalo (El Blog del Galleto)es un gran amigo de toda la vida, alguien de quien nunca se esta lejos, y es quien con su blog me animo a armar el mio, completamente distinto, pero con la finalidad de expresar, de compartir.
Lalo me ha incluido en una lista de 5 blogs que reconoce por distintas razones, me agrada poder codearme con Kitty Kat, la Chica X, Temo y Green Life (angie adorote.)
Son Blogs que yo también admiro, y que le sigo la huella, por que me refrescan el alma y me permiten recordar que hago aquí escribiendo.
Pero yo quisiera reconocer el famoso Blog del Galleto, no como forma de retribuir el honor, si no por que realmente es un blog que amarra, que divierte, enseña, arma conciencia.
No puedo evitar seguir agradeciendo, y mi manera de demostrártelo sera seguir escribiendo, dejando ir cada sentimiento, dejándolo plasmarse en cada pantalla que se ponga a la vista.
También quisiera agradecer a Elin mi hermana quien tiene dos blogs uno de una columna que escribe en un periódico local (Casi Todo es Otra Cosa) y otro de libertad absoluta (Sin Tiempo Para Nada), es mi modelo a seguir y espero tener la mitad de profundidad que encuentro en sus letras.
Gracias.
Pero sobretodo agradecido.
Lalo (El Blog del Galleto)es un gran amigo de toda la vida, alguien de quien nunca se esta lejos, y es quien con su blog me animo a armar el mio, completamente distinto, pero con la finalidad de expresar, de compartir.
Lalo me ha incluido en una lista de 5 blogs que reconoce por distintas razones, me agrada poder codearme con Kitty Kat, la Chica X, Temo y Green Life (angie adorote.)
Son Blogs que yo también admiro, y que le sigo la huella, por que me refrescan el alma y me permiten recordar que hago aquí escribiendo.
Pero yo quisiera reconocer el famoso Blog del Galleto, no como forma de retribuir el honor, si no por que realmente es un blog que amarra, que divierte, enseña, arma conciencia.
No puedo evitar seguir agradeciendo, y mi manera de demostrártelo sera seguir escribiendo, dejando ir cada sentimiento, dejándolo plasmarse en cada pantalla que se ponga a la vista.
También quisiera agradecer a Elin mi hermana quien tiene dos blogs uno de una columna que escribe en un periódico local (Casi Todo es Otra Cosa) y otro de libertad absoluta (Sin Tiempo Para Nada), es mi modelo a seguir y espero tener la mitad de profundidad que encuentro en sus letras.
Gracias.
jueves, 21 de junio de 2007
Nada
No tengo palabras
Nada nace de mi boca,
de mi mente cautiva,
de mi corazón parlante.
Debo tener una especie de bloqueo
o una mordaza, o un coagulo.
Nada nace de mi boca,
de mi mente cautiva,
de mi corazón parlante.
Debo tener una especie de bloqueo
o una mordaza, o un coagulo.
jueves, 14 de junio de 2007
En la Calle
Los brazos caídos y el caminar desganado
las lerdas manos y el temblor de las piernas
murmullos perdidos y rostros borrosos
la cabeza gacha y la mirada en el suelo
Que triste figura
que depresión proyecta
todo el mundo que gira
esa imagen se queda.
las lerdas manos y el temblor de las piernas
murmullos perdidos y rostros borrosos
la cabeza gacha y la mirada en el suelo
Que triste figura
que depresión proyecta
todo el mundo que gira
esa imagen se queda.
sábado, 9 de junio de 2007
Distancia
Tu ves lo que yo no,
Vives todo lo que no imagino,
Escuchas voces que nunca entenderé,
Es todo tan contradictorio,
Pero se que piensas lo suficiente en mi,
Para que yo no sienta pena de siempre pensar en ti.
Vives todo lo que no imagino,
Escuchas voces que nunca entenderé,
Es todo tan contradictorio,
Pero se que piensas lo suficiente en mi,
Para que yo no sienta pena de siempre pensar en ti.
lunes, 4 de junio de 2007
Cálculos
Por mas exactos que sean los números
nunca podrán definir la velocidad en la que suceden mis sueños
menos si voy corriendo tras de ti.
nunca podrán definir la velocidad en la que suceden mis sueños
menos si voy corriendo tras de ti.
miércoles, 30 de mayo de 2007
jueves, 17 de mayo de 2007
A Un Costado
Estoy sentado a un costado, observando
delineando las sombras de ese rostro
cultivando en mi memoria cada poro
Absorbiendo cada suspiro.
La cuenta regresiva de cada exhalación
el dolor que va desapareciendo
nada pesa en mis hombros
no hay nada que decir
tan solo esperando
mirada perdida
silencio
luto.
delineando las sombras de ese rostro
cultivando en mi memoria cada poro
Absorbiendo cada suspiro.
La cuenta regresiva de cada exhalación
el dolor que va desapareciendo
nada pesa en mis hombros
no hay nada que decir
tan solo esperando
mirada perdida
silencio
luto.
martes, 8 de mayo de 2007
No Es Nada De Tu Cuerpo
No es nada de tu cuerpo,
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.
No es tu boca -tu boca
que es igual que tu sexo-,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo, en que bebo.
No son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.
No es tu mirada -¿qué es una mirada?-
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.
Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.
No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un gramo, ni un momento:
Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.
Jaime Sabines
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.
No es tu boca -tu boca
que es igual que tu sexo-,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo, en que bebo.
No son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.
No es tu mirada -¿qué es una mirada?-
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.
Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.
No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un gramo, ni un momento:
Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.
Jaime Sabines
miércoles, 2 de mayo de 2007
La Consigna
La tierra me devora
Me rinde a su centro
Me hace peticiones extrañas.
No tengo la fortaleza para soportar
Tengo un miedo que me derrite la piel
Pero no tengo mas opciones.
Hoy tengo que dar vuelta a todo
Tengo que dejar atrás la sangre
Tengo que decirte adiós.
Me rinde a su centro
Me hace peticiones extrañas.
No tengo la fortaleza para soportar
Tengo un miedo que me derrite la piel
Pero no tengo mas opciones.
Hoy tengo que dar vuelta a todo
Tengo que dejar atrás la sangre
Tengo que decirte adiós.
lunes, 23 de abril de 2007
Cientos, Miles, Millones de Hojas
Hoy es el Día Inter-
nacional del Libro.
No tengo mucho que agregar al respecto, solo un agrade-
cimiento a quienes han hecho posible mis momentos de soledad mas gratos, a quienes han hecho de mi imaginación un mundo de inagotables posibilidades, a quienes me han regalado lágrimas y sonrisas cuando menos espero expresar mis emociones, a quienes han logrado definir mis posturas e ideales, a quien me enseño a aceptar una opinión distinta y seguir adelante buscando una respuesta imposible, a quienes han logrado enamorarme de una musa existente o no, y provocan que mi deseo sea más despierto y definido, también más inesperado y despreocupado.
Quisiera que todas mis noches me regalaran una oportunidad de hojas y letras, pero también deseo regalar lo mismo y escribir lo que el pulso dicte y mi corazón entone.
Hoy agradezco al escritor que me inspira, al editar que corrije, a la imprenta que lo muestra todo y a la librería que me permite encontrarlo.
Son demasiadas hojas, lo sé, incontables palabras, que decir de las letras, pero hoy desperte con la firme intención de comérmelas todas.
miércoles, 18 de abril de 2007
A la Izquierda del Roble
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
como en Millán y Reyes galopan los tranvías.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños,
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ha pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.
Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
dejame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puede ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.
Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llevale flores
que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.
El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.
Mario Benedetti
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
como en Millán y Reyes galopan los tranvías.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños,
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ha pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.
Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
dejame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puede ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.
Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.
Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llevale flores
que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.
El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.
Mario Benedetti
martes, 10 de abril de 2007
El Regreso
Cuando llega la obscuridad
solo una luz guia mis pasos
y no es la de tus ojos
Cuando el silencio me abruma
solo una voz escucho
y no nace de tu boca
Cuando tengo dolor por toda mi piel
solo siento unas acaricias
y no brotan de tus manos
Cuando el agrio sabor me domina
solo unos besos me endulzan
y no vienen de tus labios
No puedo explicarme
como es que teniendo el remedio
siempre estoy añorandote
siempre termino buscándote
solo una luz guia mis pasos
y no es la de tus ojos
Cuando el silencio me abruma
solo una voz escucho
y no nace de tu boca
Cuando tengo dolor por toda mi piel
solo siento unas acaricias
y no brotan de tus manos
Cuando el agrio sabor me domina
solo unos besos me endulzan
y no vienen de tus labios
No puedo explicarme
como es que teniendo el remedio
siempre estoy añorandote
siempre termino buscándote
jueves, 5 de abril de 2007
La Culpa
Como me oprime adentro, sofocandome
Como late el corazón tan lento
Como se va durmiendo todo
Como queda mi voluntad desecha.
Todo se vuelve tan poco
Todo pierde la calma
Tus ojos me pierden de vista
Tu boca que no dice nada.
Como late el corazón tan lento
Como se va durmiendo todo
Como queda mi voluntad desecha.
Todo se vuelve tan poco
Todo pierde la calma
Tus ojos me pierden de vista
Tu boca que no dice nada.
lunes, 2 de abril de 2007
No Sé, Me Importa Un Pito
No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos
como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz
que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo
ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar pierden el tiempo las
que pretendan seducirme.
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas
y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus
miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"...
y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilometros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón,
en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días
entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿ Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir
con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una
mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.
Oliverio Girondo
(El Espantapájaros)
como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz
que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo
ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar pierden el tiempo las
que pretendan seducirme.
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas
y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus
miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"...
y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilometros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón,
en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días
entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿ Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir
con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una
mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.
Oliverio Girondo
(El Espantapájaros)
sábado, 31 de marzo de 2007
No Encuentro Tu Voz
Recorro cada espacio
Sigo tu rastro en cada habitación
Adivino tus pasos, vuelvo a nuestro inicio
No puedes estar lejos.
No hace mucho me llenaba tu risa
Lo sabia todo de ti, nuestra piel era la misma
No hace mucho me comenzaste a faltar
Hoy tengo una melancolía nueva
Tengo un silencio que me duele
Me faltan todas las palabras
Me falta tu voz.
Sigo tu rastro en cada habitación
Adivino tus pasos, vuelvo a nuestro inicio
No puedes estar lejos.
No hace mucho me llenaba tu risa
Lo sabia todo de ti, nuestra piel era la misma
No hace mucho me comenzaste a faltar
Hoy tengo una melancolía nueva
Tengo un silencio que me duele
Me faltan todas las palabras
Me falta tu voz.
domingo, 25 de marzo de 2007
Estertor
Te sujeto la cabeza fuerte, bajo mi mano siento el sudor frío que brota de tu frente. Tus ojos temblorosos, llenos de miedo, buscan en los míos una respuesta, una salida.
La gente se aproxima a nuestro derredor y dificultan aún más tu respirar que va subiendo el ritmo poco a poco, tu puño que se cierra y aprieta. Que débil eres en el suelo, sin voluntad de mover las piernas, tu mirada desesperada que me habla y que lo ignora todo.
Tu voz que se congela adentro, no busca encontrarse con el silencio, se van agotando las palabras en tu mente, vas cerrando tus ideas, cercándolas, dejando sólo un pensamiento.
Tu espalda dura como el pavimento, tensa, tu cuello firme, tus venas queriendo escapar de la prisión de tu piel. Tus colores que cambian y van perdiendo intensidad.
Mis manos aprietan más fuerte, pero ya no se marcan en tu rostro, parecen retenerte aquí, impidiéndote ir. Las voces, como murmullos, se incrementan y se vuelven indescifrables.
Las siluetas de la calle, la sombra tan grande y nefasta que nos cierra. Que visión la tuya, tan última, tan triste, el recuerdo que dejas, tan pobre.
Recorriste fácil, en instantes, tu vida, sin risas, ni espantos, sin gloria, tan sola, tan impertinente. Qué dejas, qué pierdes, no olvides más que sería todo.
No es tu nombre el que se escucha, una voz que se distingue, franca, etérea, tan noble. Como descubre tu ciencia, tu dolor tan sordo, tu incesante imagen.
Te sientes tranquila, pero se acelera tu pulso, tus piernas comienzan a golpear el suelo, tu cabeza que busca liberarse, tus puños que se tensan, los sonidos que se escapan de tu silencio. Tu alma que se escurre.
La sirena que encuentra espacio entre la gente, le dificultan el paso que rabia provocan, no lo entienden, se cierran, no respetan. La realidad que explota y golpea tus sentidos, lo escuchas todo, lo sientes todo.
Te quieres ir, lo pides, estas cerca. Pero están mis manos en tú frente. La desesperación crece, el dolor insoportable. Lo escuchas, lo buscas, es el destino, es el camino. Pero no está. No te vas, te quedas a vivirlo todo, a odiarlo todo. No entiendes. Fueron mis manos, él lo intentó, pero no pudo.
La gente se aproxima a nuestro derredor y dificultan aún más tu respirar que va subiendo el ritmo poco a poco, tu puño que se cierra y aprieta. Que débil eres en el suelo, sin voluntad de mover las piernas, tu mirada desesperada que me habla y que lo ignora todo.
Tu voz que se congela adentro, no busca encontrarse con el silencio, se van agotando las palabras en tu mente, vas cerrando tus ideas, cercándolas, dejando sólo un pensamiento.
Tu espalda dura como el pavimento, tensa, tu cuello firme, tus venas queriendo escapar de la prisión de tu piel. Tus colores que cambian y van perdiendo intensidad.
Mis manos aprietan más fuerte, pero ya no se marcan en tu rostro, parecen retenerte aquí, impidiéndote ir. Las voces, como murmullos, se incrementan y se vuelven indescifrables.
Las siluetas de la calle, la sombra tan grande y nefasta que nos cierra. Que visión la tuya, tan última, tan triste, el recuerdo que dejas, tan pobre.
Recorriste fácil, en instantes, tu vida, sin risas, ni espantos, sin gloria, tan sola, tan impertinente. Qué dejas, qué pierdes, no olvides más que sería todo.
No es tu nombre el que se escucha, una voz que se distingue, franca, etérea, tan noble. Como descubre tu ciencia, tu dolor tan sordo, tu incesante imagen.
Te sientes tranquila, pero se acelera tu pulso, tus piernas comienzan a golpear el suelo, tu cabeza que busca liberarse, tus puños que se tensan, los sonidos que se escapan de tu silencio. Tu alma que se escurre.
La sirena que encuentra espacio entre la gente, le dificultan el paso que rabia provocan, no lo entienden, se cierran, no respetan. La realidad que explota y golpea tus sentidos, lo escuchas todo, lo sientes todo.
Te quieres ir, lo pides, estas cerca. Pero están mis manos en tú frente. La desesperación crece, el dolor insoportable. Lo escuchas, lo buscas, es el destino, es el camino. Pero no está. No te vas, te quedas a vivirlo todo, a odiarlo todo. No entiendes. Fueron mis manos, él lo intentó, pero no pudo.
martes, 20 de marzo de 2007
Las Vidas
¡Ay qué incómoda a veces
te siento
conmigo, vencedor entre los hombres!
Porque no sabes
que conmigo vencieron
miles de rostros que no puedes ver,
miles de pies y pechos que marcharon conmigo,
que no soy,
que no existo,
que sólo soy la frente de los que van conmigo,
que soy más fuerte
porque llevo en mí
no mi pequeña vida
sino todas las vidas,
y ando seguro hacia delante
porque tengo mil ojos,
golpeo con peso de piedra
porque tengo mil manos
y mi voz se oye en las orillas
de todas las tierras
porque es la voz de todos
los que no hablaron,
de los que no cantaron
y cantan hoy con esta boca
que a ti te besa.
Pablo Neruda
te siento
conmigo, vencedor entre los hombres!
Porque no sabes
que conmigo vencieron
miles de rostros que no puedes ver,
miles de pies y pechos que marcharon conmigo,
que no soy,
que no existo,
que sólo soy la frente de los que van conmigo,
que soy más fuerte
porque llevo en mí
no mi pequeña vida
sino todas las vidas,
y ando seguro hacia delante
porque tengo mil ojos,
golpeo con peso de piedra
porque tengo mil manos
y mi voz se oye en las orillas
de todas las tierras
porque es la voz de todos
los que no hablaron,
de los que no cantaron
y cantan hoy con esta boca
que a ti te besa.
Pablo Neruda
sábado, 17 de marzo de 2007
Conjuro
De una inscripción en la arena, abandonada al viento: "...te convoco y te condeno a que no puedas cerrar los ojos sin verme, abrir los labios sin llamarme, saciar la sed sin sentir en tu boca la mía, tocar tu cuerpo sin creer que me acaricias, doblar una esquina sin la esperanza de hallarme, alzar el teléfono sin oír en mi voz tu nombre, abrir un libro sin leer estas palabras, porque el único amor que me hace falta es el tuyo, y lo necesito de esta manera desmesurada en que yo..."
Felipe Garrido
Felipe Garrido
domingo, 11 de marzo de 2007
Belleza
No cualquiera escribe sobre el amor
Por que no cualquiera sabe lo que es hermoso
Me pregunto si lo sabré
No importa.
Mientras corone mis intentos con aureolas de esperanza
Y bendiga los momentos en que rezo por tu gloria
Tendré en mi mente la idea de que mi corazón ya es eterno
Que los grilletes de la mediocridad
Quedaron en el estanque del olvido
Alzando las astas de mi libertad
enseñando a mis labios el amar
y complementando con tus ansias
quizá podremos volar.
Secando los rencores y expulsando la timidez
estoy seguro que llegare a ti.
La belleza es eterna
son nuestros ojos los que dejan de apreciarla
Por eso te veo con el alma.
Recuerdo de 1998
Por que no cualquiera sabe lo que es hermoso
Me pregunto si lo sabré
No importa.
Mientras corone mis intentos con aureolas de esperanza
Y bendiga los momentos en que rezo por tu gloria
Tendré en mi mente la idea de que mi corazón ya es eterno
Que los grilletes de la mediocridad
Quedaron en el estanque del olvido
Alzando las astas de mi libertad
enseñando a mis labios el amar
y complementando con tus ansias
quizá podremos volar.
Secando los rencores y expulsando la timidez
estoy seguro que llegare a ti.
La belleza es eterna
son nuestros ojos los que dejan de apreciarla
Por eso te veo con el alma.
Recuerdo de 1998
jueves, 8 de marzo de 2007
Inventario Sobre Cierto Tipo de Mujeres
Hay mujeres a las que no se puede abandonar
Se les deja así
Se les destierra
Pero se llevan siempre metidas en la cabeza
Alojadas en la piel
Persistentes en los territorios del recuerdo
Como la imagen de la patria
Cuando nos encontramos lejos.
Hay mujeres que son
Risa absoluta
Mirada plena
Y crecen en la proporción que el tiempo pasa
Y se hacen presentes en el instante de la melancolía.
Hay mujeres de magia
De hechizo
De eterna voz que nos desarma.
Hay mujeres
En cuya geografía se localizan todos los secretos
Y uno puede instalarse en ellas
Como una bandera
Como un presentimiento
O como un poeta cansado que busca recuperar
su intenso amor por la vida.
Hay mujeres
En verdad lo digo
Que aceptan la palabra como un recuerdo inmarcesible
Con el que pueden abrir cualquier puerta
Y penetrar al interior de cualquier pecho desolado.
Hay mujeres
Serenísimas
Que saben colocar la mano en el hombro
Y elevarla como un espantapájaros
Para ahuyentar la sombra del insomnio que nos ronda.
Hay mujeres viento
Mujeres puerto
Mujeres incendio
Mujeres Melodía
Mujeres alcoba
Mujeres espejo por el que entramos venturosos
A descubrir las fulguraciones fertiles de la imaginación.
Hay mujeres
A las que no se les puede abandonar nunca.
Antonio Huerta.
Manet - Mujer con papagayo
Un homenaje a las mujeres en su día, en la lucha que libramos a diario, y en la que siempre salimos victoriosos los hombres, por tener la oportunidad de convivir con la mejor creación de Dios.
Se les deja así
Se les destierra
Pero se llevan siempre metidas en la cabeza
Alojadas en la piel
Persistentes en los territorios del recuerdo
Como la imagen de la patria
Cuando nos encontramos lejos.
Hay mujeres que son
Risa absoluta
Mirada plena
Y crecen en la proporción que el tiempo pasa
Y se hacen presentes en el instante de la melancolía.
Hay mujeres de magia
De hechizo
De eterna voz que nos desarma.
Hay mujeres
En cuya geografía se localizan todos los secretos
Y uno puede instalarse en ellas
Como una bandera
Como un presentimiento
O como un poeta cansado que busca recuperar
su intenso amor por la vida.
Hay mujeres
En verdad lo digo
Que aceptan la palabra como un recuerdo inmarcesible
Con el que pueden abrir cualquier puerta
Y penetrar al interior de cualquier pecho desolado.
Hay mujeres
Serenísimas
Que saben colocar la mano en el hombro
Y elevarla como un espantapájaros
Para ahuyentar la sombra del insomnio que nos ronda.
Hay mujeres viento
Mujeres puerto
Mujeres incendio
Mujeres Melodía
Mujeres alcoba
Mujeres espejo por el que entramos venturosos
A descubrir las fulguraciones fertiles de la imaginación.
Hay mujeres
A las que no se les puede abandonar nunca.
Antonio Huerta.
Manet - Mujer con papagayo
Un homenaje a las mujeres en su día, en la lucha que libramos a diario, y en la que siempre salimos victoriosos los hombres, por tener la oportunidad de convivir con la mejor creación de Dios.
viernes, 2 de marzo de 2007
La Vista Fija
Érase una niña pequeñita y muy bonita, con chapas rojas rojas cual flores de rubor, vestidito rosa y bonito cabello rizado. Jugaba en un parque con su pelota y era muy feliz. Oyóse entonces un disparo, y la frente de la niña hizo ¡pop!, y una emisión hubo de sangre y sesos entremezclados que, flor también de rubor (aunque de otro, ¡ay, de otro rubor!), cayó en el pasto un segundo o dos antes que la propia niña.
De la pelota no se supo más, y yo creo que alguien se la robó. Debe haber sido fácil porque hasta la niña, que no se movía y de cuya frente seguía manando ese caldo rojo y tremebundo, llegó una mujer que pants que se quedó con la vista fija en ella; un señor de traje barato que también se quedó con la vista fija en ella; un par de muchachos, con uniforme y peinados de escuela militarizada, que también se quedaron con la vista fija en ella.
Y una anciana de coche con chofer, su chofer, un grupo de novicias, tres policías, un comerciante informal, un malabarista de crucero, un ejecutivo de exitosa empresa y otros muchos más, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, que tras llegar se quedaron igualmente alrededor de la niña, igualmente con la vista fija en ella, arruinando con sus pies descuidados el pasto del parque, favoreciendo la huida del posible y desalmado ladrón de pelotas, presas todos de la misma atracción: del mismo embrujo, imperioso y extraño.
Porque no se encontraban ante un televisor, no había reportero que comentara lo que veían, no se veía logotipo ni anuncio superpuesto ni nada entre ellos y las manchas rojas rojas en el pasto verde, los rizos manchados de rojo, los trozos de cráneo igualmente manchados de rojo, la expresión de sorpresa en la carita infantil, los bracitos y piernitas inertes, laxos, ya fríos.
Y, por ende, todo, todo cuanto veían era de ellos solamente: su secreto, como son secretos el frío del velador, las pesadillas del enfermo, mi propia voz como se oye desde adentro.
Así que allí estaban, llenos de un gozo nuevo, vivo y tembloroso, de esos que son inconfesables y agradabilísimos. Y cuando todos se encontraban a diez metros o menos, aun sin otro cuidado que el espanto ante sus ojos, la niña explotó y los mató.
Alberto Chimal
Sientase glorificado todo el que gusta del espectáculo morboso, de la sangre, de la desgracia ajena, del carro destrozado, de la mujer inerte, del hombre inconsciente y que no se detiene a pensar en lo suyo, en lo que significa el dolor, el familiar faltante, la carga de consciencia.
Nadie merece una pena semejante, pero nadie es nada para juzgar y menos para hablar como hablan del árbol caído, esa leña no calienta.
De la pelota no se supo más, y yo creo que alguien se la robó. Debe haber sido fácil porque hasta la niña, que no se movía y de cuya frente seguía manando ese caldo rojo y tremebundo, llegó una mujer que pants que se quedó con la vista fija en ella; un señor de traje barato que también se quedó con la vista fija en ella; un par de muchachos, con uniforme y peinados de escuela militarizada, que también se quedaron con la vista fija en ella.
Y una anciana de coche con chofer, su chofer, un grupo de novicias, tres policías, un comerciante informal, un malabarista de crucero, un ejecutivo de exitosa empresa y otros muchos más, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, que tras llegar se quedaron igualmente alrededor de la niña, igualmente con la vista fija en ella, arruinando con sus pies descuidados el pasto del parque, favoreciendo la huida del posible y desalmado ladrón de pelotas, presas todos de la misma atracción: del mismo embrujo, imperioso y extraño.
Porque no se encontraban ante un televisor, no había reportero que comentara lo que veían, no se veía logotipo ni anuncio superpuesto ni nada entre ellos y las manchas rojas rojas en el pasto verde, los rizos manchados de rojo, los trozos de cráneo igualmente manchados de rojo, la expresión de sorpresa en la carita infantil, los bracitos y piernitas inertes, laxos, ya fríos.
Y, por ende, todo, todo cuanto veían era de ellos solamente: su secreto, como son secretos el frío del velador, las pesadillas del enfermo, mi propia voz como se oye desde adentro.
Así que allí estaban, llenos de un gozo nuevo, vivo y tembloroso, de esos que son inconfesables y agradabilísimos. Y cuando todos se encontraban a diez metros o menos, aun sin otro cuidado que el espanto ante sus ojos, la niña explotó y los mató.
Alberto Chimal
Sientase glorificado todo el que gusta del espectáculo morboso, de la sangre, de la desgracia ajena, del carro destrozado, de la mujer inerte, del hombre inconsciente y que no se detiene a pensar en lo suyo, en lo que significa el dolor, el familiar faltante, la carga de consciencia.
Nadie merece una pena semejante, pero nadie es nada para juzgar y menos para hablar como hablan del árbol caído, esa leña no calienta.
jueves, 22 de febrero de 2007
Preludio Para Desnudar a Una Mujer
Que esté, de preferencia, muy vestida.
Por eso es importante que las medias
sigan cada contorno de sus muslos: que disfruten
la pericia, el estilo del tornero
que supo darles curva de manzana,
maduración de fruto al punto de caída.
Goza de la tela perfumada
encima de los jabones y los ríos.
Acaríciala encima: su vestido
es la piel que ha elegido para darte.
Primero las caderas:
es la estación donde mejor preparas
el viaje y sus sorpresas. Cierra los ojos.
ya has pasado el estrecho peligroso
que los manuales llaman la cintura
y tus manos se cierran en los pechos:
cómo saben mirar, las ciegas sabias,
el encaje barroco de la cárcel
que apenas aprisiona dos venados
encendidos al ritmo de la sangre.
Si los broches y el tiempo lo permiten,
anula esa defensa: mientras miras sus ojos
deslízale el sostén. Y si protesta
es tiempo de estrecharla.
Acércala a tu boca y en su oído
dile de las palabras que son mutuas.
En un ritmo creciente, pero lento,
trabaja con los cierres, las hebillas,
los bastiones postreros de la plaza.
Aléjate y admírala: es un fruto
que pronto será parte de tu cuerpo
y tu sed de morderla es tan urgente
como la del fruto que anhela ser comido.
Has esperado mucho
Y tienes derecho a la violencia.
Deja que la batalla continúe
y que el amor condene a quien claudique.
Vicente Quirarte
Se las dejo al antojo, al libre albedrío, a la tentación, a la carne y a la tela, a luz y a la sombra, al roce, y al pudor que al final de estas lineas, no existe.
Por eso es importante que las medias
sigan cada contorno de sus muslos: que disfruten
la pericia, el estilo del tornero
que supo darles curva de manzana,
maduración de fruto al punto de caída.
Goza de la tela perfumada
encima de los jabones y los ríos.
Acaríciala encima: su vestido
es la piel que ha elegido para darte.
Primero las caderas:
es la estación donde mejor preparas
el viaje y sus sorpresas. Cierra los ojos.
ya has pasado el estrecho peligroso
que los manuales llaman la cintura
y tus manos se cierran en los pechos:
cómo saben mirar, las ciegas sabias,
el encaje barroco de la cárcel
que apenas aprisiona dos venados
encendidos al ritmo de la sangre.
Si los broches y el tiempo lo permiten,
anula esa defensa: mientras miras sus ojos
deslízale el sostén. Y si protesta
es tiempo de estrecharla.
Acércala a tu boca y en su oído
dile de las palabras que son mutuas.
En un ritmo creciente, pero lento,
trabaja con los cierres, las hebillas,
los bastiones postreros de la plaza.
Aléjate y admírala: es un fruto
que pronto será parte de tu cuerpo
y tu sed de morderla es tan urgente
como la del fruto que anhela ser comido.
Has esperado mucho
Y tienes derecho a la violencia.
Deja que la batalla continúe
y que el amor condene a quien claudique.
Vicente Quirarte
Se las dejo al antojo, al libre albedrío, a la tentación, a la carne y a la tela, a luz y a la sombra, al roce, y al pudor que al final de estas lineas, no existe.
miércoles, 14 de febrero de 2007
La Gira del Proximo Milenio
En este día de San Valentín, que por consumismo es un día especial. Resulto que para mí este día se convirtió en un gran día, al encontrarme con la sorpresa de un gran regreso.
Si puedo hablar de un grupo que ha marcado mi vida, que logra una división en mi tiempo es definitivamente Héroes del Silencio.
Después de casi once años de su separación, de cinco discos de estudio de Enrique Bunbury, de proyectos frustrados de Juan Valdivia como Tigronometralla, de viajes y documentales de la India de Joaquín Cardiel, de los sueños de regreso de rock zaragozano de Pedro Andréu con bandas como Puravida y Digital Analog Band DAB junto a DJ Positive y sin ese guitarrista mexicano que venia sobrando “el azteca de oro” Alan Boguslavsky. Esta banda española regresa a ser el delirio de nuevo de los fans.
En una gira pequeña para los alcances de esta gran banda zaragozana que solo constara de diez conciertos, de los cuales las primeras fechas ya están anunciadas y las enumero a continuación:
15 DE SEPTIEMBRE EN EL ESTADIO DEL EJERCITO EN GUATEMALA.
22 DE SEPTIEMBRE EN EL CLUB CIUDAD DE BUENOS AIRES.
29 DE SEPTIEMBRE EN EL FORUM DE LOS ANGELES.
6 DE OCTUBRE EN EL FORO SOL DE MEXICO DISTRITO FEDERAL.
12 DE OCTUBRE EN EL ESTADIO DE LA ROMAREDA EN ZARAGOZA.
Las siguientes cinco fechas están por confirmar, esperemos una repetición en México, o que tengan tanto éxito que decidan abrir mas fechas, y por que no que hagan un disco en vivo, o aun mejor, un álbum de estudio.
Héroes del Silencio vuelven y vienen a México un 6 de octubre exactamente once años después de ese último concierto ofrecido en Los Angeles, seguido de una conferencia de prensa en Madrid donde anunciaban su separación.
Lo cierto es que están de vuelta, tengo la “sangre hirviendo” y una emoción que todavía no logro digerir, esas palabras que se plasman en “decadencia” al final del disco en directo “Parasiempre” están golpeando mi pecho y no cesan en mi mente “nos vemos en… en la gira del próximo milenio".
Mar Adentro
La Herida
La Chispa Adecuada
Hechizo (En Directo)
lunes, 12 de febrero de 2007
A`s - Q`s
En esta ocasión quisiera dedicarle esta entrada a un poema de Salvador Díaz Mirón, lleno de fuerza, en el que el orgullo y la dignidad del hombre quedan intactos.
Una joya poética que reaviva esa de guerra de sexos, de pasión, que enseña y busca mantener el hombre con la frente en alto y de cara al viento.
"A Gloria"
No intentes convencerme de torpeza
con los delirios de tu mente loca:
mi razón es al par luz y firmeza
firmeza y luz como el cristal de roca.
Semejante al nocturno peregrino
mi esperanza inmortal no mira al suelo:
no viendo mas que sombras en el camino
sólo contempla el esplendor del cielo.
Vanas son las imágenes que entraña
tu espíritu infantil, santuario obscuro.
Tu numen, como el oro en la montaña,
es virginal y por lo mismo impuro.
A través de este vórtice que crispa,
y ávido de brillar, vuelo o me arrastro,
oruga enamorada de una chispa,
o águila enamorada de un astro.
Inútil es que con tenaz murmullo
exageres el lance en que me enredo:
yo soy altivo, y el que alienta orgullo
lleva un broquel impenetrable al miedo.
Fiado en el instinto que me empuja
desprecio los peligros que señalas:
"El ave canta aunque la rama cruja,
como que sabe lo que son sus alas".
Erguido bajo el golpe en la porfía,
me siento superior a la victoria.
Tengo fe en mí: la adversidad podría
quitarme el triunfo, pero no la gloria.
¡Deja que me persigan los abyectos!
¡Quiero atraer la envidia aunque me abrume!
La flor en que posan los insectos
es rica de matiz y de perfume.
El mal es el teatro en cuyo foro
la virtud, esa trágica, descuella;
es la sibila de palabra de oro,
la sombra que hace resaltar la estrella.
¡Alumbrar es arder! ¡Estro encendido
será el fuego voraz que me consuma!
La perla brota del molusco herido
y Venus nace de la amarga espuma.
Los claros timbres de que estoy ufano
han de salir de la calumnia ilesos.
Hay plumajes que cruzan el pantano
y no se manchan... ¡Mi plumaje es de esos!
¡fuerza es que sufra mi pasión! La palma
crece en la orilla que el oleaje azota.
El mérito es el náufrago del alma:
vivo, se hunde, pero muerto flota!
¡Depón el ceño y que tu voz me arrulle!
¡Consuela el corazón del que te ama!
Dios dijo al agua del torrente: ¡bulle!
Y al lirio de la margen: ¡embalsama!
¡Confórmate, mujer! Hemos venido
a este valle de lágrimas que abate,
tú, como paloma, para el nido,
y yo, como el león para el combate.
(El título de la entrada cumple una promesa)
Una joya poética que reaviva esa de guerra de sexos, de pasión, que enseña y busca mantener el hombre con la frente en alto y de cara al viento.
"A Gloria"
No intentes convencerme de torpeza
con los delirios de tu mente loca:
mi razón es al par luz y firmeza
firmeza y luz como el cristal de roca.
Semejante al nocturno peregrino
mi esperanza inmortal no mira al suelo:
no viendo mas que sombras en el camino
sólo contempla el esplendor del cielo.
Vanas son las imágenes que entraña
tu espíritu infantil, santuario obscuro.
Tu numen, como el oro en la montaña,
es virginal y por lo mismo impuro.
A través de este vórtice que crispa,
y ávido de brillar, vuelo o me arrastro,
oruga enamorada de una chispa,
o águila enamorada de un astro.
Inútil es que con tenaz murmullo
exageres el lance en que me enredo:
yo soy altivo, y el que alienta orgullo
lleva un broquel impenetrable al miedo.
Fiado en el instinto que me empuja
desprecio los peligros que señalas:
"El ave canta aunque la rama cruja,
como que sabe lo que son sus alas".
Erguido bajo el golpe en la porfía,
me siento superior a la victoria.
Tengo fe en mí: la adversidad podría
quitarme el triunfo, pero no la gloria.
¡Deja que me persigan los abyectos!
¡Quiero atraer la envidia aunque me abrume!
La flor en que posan los insectos
es rica de matiz y de perfume.
El mal es el teatro en cuyo foro
la virtud, esa trágica, descuella;
es la sibila de palabra de oro,
la sombra que hace resaltar la estrella.
¡Alumbrar es arder! ¡Estro encendido
será el fuego voraz que me consuma!
La perla brota del molusco herido
y Venus nace de la amarga espuma.
Los claros timbres de que estoy ufano
han de salir de la calumnia ilesos.
Hay plumajes que cruzan el pantano
y no se manchan... ¡Mi plumaje es de esos!
¡fuerza es que sufra mi pasión! La palma
crece en la orilla que el oleaje azota.
El mérito es el náufrago del alma:
vivo, se hunde, pero muerto flota!
¡Depón el ceño y que tu voz me arrulle!
¡Consuela el corazón del que te ama!
Dios dijo al agua del torrente: ¡bulle!
Y al lirio de la margen: ¡embalsama!
¡Confórmate, mujer! Hemos venido
a este valle de lágrimas que abate,
tú, como paloma, para el nido,
y yo, como el león para el combate.
(El título de la entrada cumple una promesa)
jueves, 8 de febrero de 2007
Frío en el Desierto
Es tarde ya, intento dormir, mantengo los ojos cerrados (pero mis parpados no me pesan), doy vueltas a la cama y una idea se filtra a mis pensamientos y no me deja concentrarme, ni dormir.
Tengo una sensación de molestia y de frustración, pero no es de una pena mía, tampoco ajena, ese sabor amargo e incesante. Estos huesos que me pesan, los músculos que me mantienen rígido.
Trato pensar que sueño, que placidamente descanso que vivo en un mundo de nubes y lunas, estrellas y la noche. Sin darme cuenta estoy profundamente dormido.
Pero contra mi voluntad, una imagen recurrente, símbolo de derrota, de vergüenza. Despierta la rabia dentro de mí, pero mi cuerpo no se inmuta y la imagen sigue siendo dueña de mis sueños, de mi noche, de mi descanso.
Nos ganaron los gringos, y los nuestros con la mirada al suelo.
Tengo una sensación de molestia y de frustración, pero no es de una pena mía, tampoco ajena, ese sabor amargo e incesante. Estos huesos que me pesan, los músculos que me mantienen rígido.
Trato pensar que sueño, que placidamente descanso que vivo en un mundo de nubes y lunas, estrellas y la noche. Sin darme cuenta estoy profundamente dormido.
Pero contra mi voluntad, una imagen recurrente, símbolo de derrota, de vergüenza. Despierta la rabia dentro de mí, pero mi cuerpo no se inmuta y la imagen sigue siendo dueña de mis sueños, de mi noche, de mi descanso.
Nos ganaron los gringos, y los nuestros con la mirada al suelo.
miércoles, 7 de febrero de 2007
El inicio
Tengo la intención de contar algo, de compartir. Pero como es la primera vez que permito ser visto en un blog, me tomare la libertad de ser tímido, hasta cierto punto reprimirme, de ser pero no lo suficiente como para ser yo.
Tal vez es la sensación de no tener un esquema establecido, escribir demasiado sin una idea clara, decirlo todo, de no decir nada. Tal vez, quiero que seas cómplice de una realidad absurda o de mi fantasía, y te daré la oportunidad de creerlo todo, o de no creerme nada, pero será màs cuestión tuya que mia, ya te daré las herramientas y tú sabrás como usarlas.
Sortearàs conmigo la dificultades del camino, nadie dijo que será fácil, pero si entretenido, y te agradezco que me cedas la palabra en este momento, espero no defraudarte.
Tengo razón al pensar que no todo esta dicho, que no todo ha pasado, que no todo esta escrito y voy a luchar contra mi coraza, contra la incredulidad y lo incierto; aceptare toda crìtica, con el viento en la cara.
(Escultura "Cara al Viento" de Paco Payuelo)
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