jueves, 12 de marzo de 2009

El Problema del Amor

El problema del amor es que se le dio al hombre.
Ese ser testarudo.
El problema radica en que lo ejerce o no.
En que se basa entre instintos o decisiones ya sean concienzudas o espontaneas.
El amor tiene el problema que quien ama, no tiene por qué ser amado.
El que no ama, puede ser amado.
El que quiere amar, no encuentra a quien y se confunde.
El que quiere ser amado se frustra en su agonía.
El problema del amor está en la piel, en los ojos, en la nariz, en la mente, en el corazón, también lo está en la terquedad, en la obsesión, en el olvido, en la añoranza y en el orgullo.

El problema del amor es el problema del hombre, que no sabe lo que quiere, la duda, la huida, la falta del compromiso, el temor.
El último beso, el primero, todos los besos, todos los cuerpos, todos las despedidas, todas las lagrimas, todos los te quiero, te amo, te espero, te deseo.
El hombre desea lo que no tiene y tiene lo que no desea, pero a la vez eso es el amor.
Tengo unas manos que lo quieren atrapar, pero tengo unos dedos que permiten que se escape.
A veces es la rabia del no saber qué hacer, la ignorancia, la falta de pericia, el rencor aislado del amor herido, la lagrima que abre el caudal del dolor profundo.
Los miradas encontradas ansiosas de amor, las palabras tejidas en miel, la caricia áspera, el abrazo interminable y caluroso, la palmada en la espalda, el beso en la frente, el tomar tu mano.
Eso es el amor, pero a la vez es la tristeza de otros.
Triste el andar del amor que se siente afligido, incompleto, desahuciado del hombre.

viernes, 27 de febrero de 2009

Te propongo

Te propongo escondernos
Crear un mundo, en este mundo aparte
Me refiero a olvidarlo todo
A dejar todo atrás

Estamos hablando de un aislamiento
Donde solo tu mirada encuentre la mía y viceversa
Donde tu voz sea mi silencio
Y tus palabras mis recuerdos

Te propongo que solo seamos tú y yo
Sumergidos en nuestra historia
Creando instantes, momentos eternos
Que en tu corazón se alojen

Te propongo que esta noche estés conmigo
Y no me veas con los ojos de siempre
Te propongo que me escuches
Que tengo el corazón ahogado

Te propongo la vida
El cambio, el giro inesperado
Mis palabras necias
Y mi alma restaurada.

viernes, 13 de febrero de 2009

Mucho Más Grave

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabes tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte,
cuando digo todas las parcelas,
no me refiero solo a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte,
y carajo perderte,
y volverte a encontrar,
y ojalá nada mas.
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llora.
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizás por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero a solo a que día tras día,
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades,
o que yo pueda creerme que puedo convertir mis reveses en victorias,
o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación.

No.
La cosa es muchisimo más grave.
Cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo,
también estas reescribiendo mi infancia,
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran,
y vos en cambio sabes que eso no sirve.
Quiero decir que estas rearmando mi adolescencia,
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos,
y vos sabes en cambio extraer de ese páramo,
mi germen de alegría y regarlo mirándolo.
Quiero decir que estas sacudiendo mi juventud,
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos,
esa sombra que nadie arrimo a su sombra,
y vos en cambio sabes estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas,
y quede la armazón de mi verdad sin proezas.
Quiero decir que estas abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia,
este extraño confín de angustia y nieve,
esta bujía que ilumina la muerte,
este precipicio de la pobre vida.
Como ves es más grave,
Muchisimo más grave,
Porque con estas o con otras palabras,
quiero decir que no sos tan solo,
la querida muchacha que sos,
sino también las espléndidas o cautelosas mujeres
que quise o quiero.

Por que gracias a vos he descubierto,
(dirás que ya era hora y con razón),
que el amor es una bahía linda y generosa,
que se ilumina y se oscurece,
según venga la vida,
una bahía donde los barcos llegan y se van,
llegan con pájaros y augurios,
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa,
Donde los barcos llegan y se van
Pero vos,
Por favor,
No te vayas.

Mario Benedetti