viernes, 31 de agosto de 2007

El Contacto

Todos estaban callados en la mesa.
Los más jóvenes con la cabeza gacha, no intentaban levantar la mirada; los mayores con la mirada perdida, no intentaban nada.
De pronto, el hombre de la cabecera comenzó a hablar, pero en susurros casi indescifrables, se notaba su voz quebrada y solo la angustiosa imagen ayudaba a imaginar que estaba murmurando.
A su derecha, su mujer comenzó a llorar, despacio, en silencio casi hacia sus adentros, no podía contener sus lágrimas.
La mayor de los presentes, de cabello blanco y lacio, ojos oscuros y pequeños, sostenía en su mano derecha una foto de un niño sonriente que cargaba una pelota.
Al centro de la mesa, la pelota.
A la luz tenue de la velas, es difícil adivinar los rostros, los gestos.
El murmullo comenzó a armonizarce y parecía un canto repetitivo, la llama de las velas creció e inició una danza, la mesa temblando, nadie podía esconder su espanto.
Los ojos de la más anciana se volvieron blancos y grandes, el hombre de la cabecera empezó a gritar en una lengua extraña y su mujer rompió en llanto.
Súbitamente silencio.
Se escucho la risa de un niño y todos comenzaron a rezar.

7 comentarios:

ellb dijo...

This house is ours, this house is ours...

DonGalleto dijo...

This house is ours, this house is ours...

Jajajajaj te pasaste eliiiin ajajajaj

Jajajajajaja, iba a comentar algo, pero ya se me olvido

This house is ours, this house is ours... ajajaja

Angie Sandino dijo...

ay me dió mello...

besos desde brasil!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
DonGalleto dijo...

partnita pasale a mi blog, corre corre

Anónimo dijo...

Me gustan tus cuentitos!!! Aunque algunos son tristes...!!!

Solo le faltan los dibujitos...

Ahí la llevas para hacer tu propia edición!!!

T3Mo dijo...

... oorale...