Golpea el invierno mi puerta
Y siento mis huesos tiritar
Cobijado en el olvido
Temo por mi soledad
Todo el tiempo he perdido vida
La vida a instantes se me va
Por tu cuerpo escondido
Del mío y de mi mirada
No es tu culpa el adiós al estío
No es tu culpa esta realidad
Es la culpa de estos ojos tristes
Que no te supieron acompañar
miércoles, 17 de diciembre de 2008
viernes, 1 de agosto de 2008
La Culpa es de Uno
Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido
todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron
hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor
con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha
creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo
hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno
ahora estoy solo
francamente
solo
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado
antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno
con los ojos bien secos
por si acaso
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.
Mario Benedetti
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido
todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron
hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor
con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha
creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo
hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno
ahora estoy solo
francamente
solo
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado
antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno
con los ojos bien secos
por si acaso
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.
Mario Benedetti
lunes, 19 de mayo de 2008
En Voz Baja
Frente a ti, lo olvido todo, me concentro en tus ojos y tus labios, en tus palabras y tu risa, en el calor de tu cuerpo y la melodía de tus formas.
Frente a ti, evito las palabras, la paja, solo digo lo indispensable para no aburrirte, para que disfrutes conmigo, pero me guardo mis angustias, y mis deseos, mi pensamiento, la forma en que te percibo.
En voz baja, a veces, se me escapan realidades, tú no lo sabes, pero es tu nombre y es mi sentimiento, digo cosas como te extraño aún en el vacio del parpadeo, en el silencio que no abarcas, en la piel que no tocas; te deseo con la desesperación de un naufrago, tienes la vida en tus labios y yo me deshidrato, te deseo desde el momento en que eres mía hasta cuando te pierdes en las sombras de la ausencia absoluta.
Tú no sabes que provocas, porque callo, porque guardo mi corazón como si fuera mío, porque egoísta imagino desenlaces y me asusto y me lo quedo, es el miedo sabes, uno no debe dar nada por sentado, pero tus ojos me confunden y me alientan, pero esta la distancia y las preguntas, las dudas, la reserva.
Se poco de expresarme, se poco de tu vida y todo se junta en una maraña que se incrusta en mi mente y se vuelve mi silencio, el peso que no cargo, ni arrastro, si no que evito y lo observo, y me quedo varado ahí, donde no sucede nada, donde detengo todo menos el tiempo, y me devora y me enreda y te grito lo que no escuchas y me hundo como falso navegante.
Tengo conciencia de mis ojos, no ocultan nada, pero tampoco hablan claro, son tuyos sabes, su último destino es mirarte, y es que en ti se encuentra lo divino, purificas mis sentidos y me das la felicidad en pequeñas dosis.
En voz baja, casi imperceptible digo lo impensable, lo inaudito, lo irreal, en voz baja, aunque no estés conmigo, aunque no haya nadie, con el temor de un escucha, digo que mi amor pertenece al tuyo, como mi cuerpo y mi mente, como mis recuerdos, como mis senderos, todo lo que soy es tuyo. Pero que cobarde es mi despecho, arrepentido de mi atrevimiento vuelvo a callar, no sea que sepas lo que pienso, y te vayas, después de todo, no soy tuyo, porque no sabes y no eres mía porque eres de alguien más.
Frente a ti, evito las palabras, la paja, solo digo lo indispensable para no aburrirte, para que disfrutes conmigo, pero me guardo mis angustias, y mis deseos, mi pensamiento, la forma en que te percibo.
En voz baja, a veces, se me escapan realidades, tú no lo sabes, pero es tu nombre y es mi sentimiento, digo cosas como te extraño aún en el vacio del parpadeo, en el silencio que no abarcas, en la piel que no tocas; te deseo con la desesperación de un naufrago, tienes la vida en tus labios y yo me deshidrato, te deseo desde el momento en que eres mía hasta cuando te pierdes en las sombras de la ausencia absoluta.
Tú no sabes que provocas, porque callo, porque guardo mi corazón como si fuera mío, porque egoísta imagino desenlaces y me asusto y me lo quedo, es el miedo sabes, uno no debe dar nada por sentado, pero tus ojos me confunden y me alientan, pero esta la distancia y las preguntas, las dudas, la reserva.
Se poco de expresarme, se poco de tu vida y todo se junta en una maraña que se incrusta en mi mente y se vuelve mi silencio, el peso que no cargo, ni arrastro, si no que evito y lo observo, y me quedo varado ahí, donde no sucede nada, donde detengo todo menos el tiempo, y me devora y me enreda y te grito lo que no escuchas y me hundo como falso navegante.
Tengo conciencia de mis ojos, no ocultan nada, pero tampoco hablan claro, son tuyos sabes, su último destino es mirarte, y es que en ti se encuentra lo divino, purificas mis sentidos y me das la felicidad en pequeñas dosis.
En voz baja, casi imperceptible digo lo impensable, lo inaudito, lo irreal, en voz baja, aunque no estés conmigo, aunque no haya nadie, con el temor de un escucha, digo que mi amor pertenece al tuyo, como mi cuerpo y mi mente, como mis recuerdos, como mis senderos, todo lo que soy es tuyo. Pero que cobarde es mi despecho, arrepentido de mi atrevimiento vuelvo a callar, no sea que sepas lo que pienso, y te vayas, después de todo, no soy tuyo, porque no sabes y no eres mía porque eres de alguien más.
lunes, 5 de mayo de 2008
Adios
Espero mi nombre en tu boca
pero inoportuna me desahucias
dices otro nombre, me desarmas.
La media vuelta es lo siguiente
el olvido y el destino se entrelazan
¡adios! ya no tengo palabras.
pero inoportuna me desahucias
dices otro nombre, me desarmas.
La media vuelta es lo siguiente
el olvido y el destino se entrelazan
¡adios! ya no tengo palabras.
martes, 4 de marzo de 2008
Persecución
Siempre que volteo hacia atrás
te veo persiguiéndome
cada vez mas cerca
mi aliento que se esfuma
mis piernas no responden
mi alma en turno se vuelve a ti
y no me queda mas remedio que besarte.
te veo persiguiéndome
cada vez mas cerca
mi aliento que se esfuma
mis piernas no responden
mi alma en turno se vuelve a ti
y no me queda mas remedio que besarte.
martes, 26 de febrero de 2008
En Mis Brazos
Dándome el tiempo suficiente para recuperar el aliento
prosigo
te levanto de la espalda
limpio tu rostro
sacudo tu alma
Abrazado a ti
me estremezco
Tus ojos cerrados como lapidas
tu cuerpo sin fuerza
sin resistencia
Mi mente alberga los recuerdos
tú sonrisa y tú última palabra
Mi cuerpo que se resiente
miro tus formas caídas en mis brazos
Te deposito en el suelo de nuevo
y me dedico a velar tu sueño
Impaciente
prosigo
te levanto de la espalda
limpio tu rostro
sacudo tu alma
Abrazado a ti
me estremezco
Tus ojos cerrados como lapidas
tu cuerpo sin fuerza
sin resistencia
Mi mente alberga los recuerdos
tú sonrisa y tú última palabra
Mi cuerpo que se resiente
miro tus formas caídas en mis brazos
Te deposito en el suelo de nuevo
y me dedico a velar tu sueño
Impaciente
lunes, 21 de enero de 2008
Frío
Observo mi aliento materializarce por el frío
mis labios partidos
mi piel dura como lija.
Tengo las manos en los bolsillos,
ni los guantes me protegen de este frío.
Estoy tiritando, pero no quiero moverme
no quiero irme a refugiar
quiero seguir siendo testigo de mi desgracia.
En este lugar lejano y extraño
me voy endureciendo, congelando
aletargado observo mil recuerdos que vuelan en mi mente
que giran con tanta intensidad que me marean
me dan nauseas, pero me mantengo inmóvil.
Mi mirada esta perdida, absorta en pensamientos
que no hacen mas que lastimarme,
hiere hielo y destruye todo lo que he conocido
lo que soy, este corazón que late cada vez mas despacio
la escarcha de mi sangre no puede avanzar.
Hiereme hielo vuelve a mi alma dura como tu centro
haz de mi un glaciar eterno
frío como el olvido
frío como su adiós.
Pero el calor de otras manos no me dejan ir
me regresan a la calma de caricias
pero mi voz solo nombra a quienes no quiero recordar
y hiero como el hielo y caliento como soles
en mi no hay termino medio
en mi no hay tranquilidad.
Pd. Quiero agradecer a Don galleto por nominar me a los cookie awards en su primera edición, y ustedes mis queridos lectores han logrado que gane dos premios, uno al blog de palabras del corazón y otro de cuenta cuentos. Les agradezco en verdad mucho el aprecio por mis humildes letras.
mis labios partidos
mi piel dura como lija.
Tengo las manos en los bolsillos,
ni los guantes me protegen de este frío.
Estoy tiritando, pero no quiero moverme
no quiero irme a refugiar
quiero seguir siendo testigo de mi desgracia.
En este lugar lejano y extraño
me voy endureciendo, congelando
aletargado observo mil recuerdos que vuelan en mi mente
que giran con tanta intensidad que me marean
me dan nauseas, pero me mantengo inmóvil.
Mi mirada esta perdida, absorta en pensamientos
que no hacen mas que lastimarme,
hiere hielo y destruye todo lo que he conocido
lo que soy, este corazón que late cada vez mas despacio
la escarcha de mi sangre no puede avanzar.
Hiereme hielo vuelve a mi alma dura como tu centro
haz de mi un glaciar eterno
frío como el olvido
frío como su adiós.
Pero el calor de otras manos no me dejan ir
me regresan a la calma de caricias
pero mi voz solo nombra a quienes no quiero recordar
y hiero como el hielo y caliento como soles
en mi no hay termino medio
en mi no hay tranquilidad.
Pd. Quiero agradecer a Don galleto por nominar me a los cookie awards en su primera edición, y ustedes mis queridos lectores han logrado que gane dos premios, uno al blog de palabras del corazón y otro de cuenta cuentos. Les agradezco en verdad mucho el aprecio por mis humildes letras.
jueves, 17 de enero de 2008
De Frente
Tengo el sutil reflejo de tu rostro sobre el mio
tus lágrimas que recorren mis mejillas
tus besos desesperados
el adiós que va calando en nuestras almas.
tus lágrimas que recorren mis mejillas
tus besos desesperados
el adiós que va calando en nuestras almas.
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