domingo, 16 de septiembre de 2007

Elogio del Vampiro

III.
Puede llamarse viento o quemadura
porque es la más perfecta de las formas
y a lenta perfección mata despacio.
Ahuyenta la razón.
Conjura al corazón,
su vuelo en llamas,
sus pájaros a pique.
El ángel es vampiro.
Para abrirse camino rompe y rasga,
prende, se aviva, crece, inflama
como perro que rabia sus amores.
Te harás veinte preguntas
y al final hallaras una respuesta:
el agua que bebiste
es ese charco inmundo
que en nombre del Vampiro
creíste convertir en un oasis.

Vicente Quirarte (El Ángel es Vampiro)

martes, 4 de septiembre de 2007

La Duda

La brisa en el rostro, el olor a arena mojada, mis pies descalzos golpeados por las olas. Es el paraíso.
Que momento tan solo, al pasar el tiempo se hace más evidente. Estoy solo.
No hay nadie en esta playa, ni un vestigio de civilización, ninguna voz, ni siquiera gaviotas volando.
Me alejo de la orilla, hacia los adentros del bosque que acompaña a la playa, y nada, no encuentro ni un camino, ni siquiera huellas.
No quiero caer en desesperación, pero esto es insostenible, busco tranquilizarme, es la única forma de encontrar una salida.
Regreso a la playa me recuesto, me sereno. Ya relajado en este edén, me comienzo a preguntar como es que llegue hasta aquí.